19/3/08

Redondillas. Sor Juana Ines de la Cruz



Hola, hoy quiero compartir con ustedes el trabajo de una religiosa católica, poeta y dramaturga, quien por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de El Fénix de América y La décima Musa, ella es Sor Juana Ines de la Cruz.

Dicen que no será beatificada ni santificada, que en el siglo XVII fue castigada por su inteligencia. De joven, según se dice, Juana de Asbaje (1651-1695) fue amante de la Virreina, y luego se metió a monja porque esa era la única salida que le quedaba a una mujer como ella, que había decidido no casarse. Sus escritos revelan un pensamiento adelantado a su época, que no entendieron los hombres de Iglesia que la rodeaban. Y estos la silenciaron.

El poema que hoy quiero compartir con ustedes, es bastante interesante y tiene plena vigencia en la actualidad. Trata de la queja constante de los hombres en el trato respecto a la mujer.Según Francisco Areas Solís: "Redondillas argulle la inconsecuencia el gusto y la censura de los hombres, que en las mujeres acusan lo que causan".
Sin más preambulos, disfruten el poema:
"Hombres necios que acusáisa la mujer sin razón,sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual solicitáis su desdén,¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia y luego, con gravedad,decís que fue liviandadlo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco,al niño que pone el coco y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia, hallar a la que buscáispara, pretendida, Tais;en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo,él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén tenéis condición igual:quejándoos si os tratan mal;burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana,pues la que más se recata,si no os admite, es ingrata,y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis,que, con desigual nivel,a una culpáis por cruela otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templadala que vuestro amor pretende,si la que es ingrata ofendey la que es fácil enfada?
Mas entre el enfado y la pena que vuestro gusto refiere,bien haya la que no os quiere,y quejaos enhorabuena.
Dan vuestras amantes penasa sus libertades alas, y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenidoen una pasión errada:la que cae de rogadao el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar aunque cualquiera mal haga:la que peca por la paga o el que paga por pecar?
¿Pues para qué os espantáisde la culpa que tenéis?Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar,y después, con más razón,acusaréis de afición de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia,pues en promesas e instancia juntáis diablo, carne y mundo."